Nos encantan las rosquilletas y las comemos a todas horas!! Solas, con un pedacito de chocolate o a la hora de almorzar... Nosotros hemos seguido la receta tradicional, pero sin añadirle el mejorante panario que suele utilizarse para estas elaboraciones. Sólo con los ingredientes básicos y eligiendo un aceite de oliva virgen que será la clave para el sabor de las rosquilletas.
Además, teniendo la masa hecha, puedes añadirle combinaciones a tu gusto: nosotros las hemos hecho variadas, unas de orégano, otras de sésamo y otras de pipas de girasol, además de esos pequeños panecillos salados.
Ingredientes:
1kg. Harina de fuerza
20 gr. Sal
200 gr. Aceite de oliva virgen
400 gr. Agua
40 gr. Levadura prensada
Elaboración:
Mezclamos todos los ingredientes y los trabajamos bien, formando una masa homogénea, bien lisa. Luego la dejaremos en un recipiente grande, cubierto con un paño limpio, hasta que al fermentar doble su volumen.
Añadimos a las que queramos las semillas, hierbas o cereales que nos apetezcan.
Será entonces el momento de dar forma a las rosquilletas, y colocarlas en una placa de horno con papel vegetal o engrasada (para que no se peguen), y esperar a que fermenten hasta prácticamente doblar su volumen.
Con el horno a 180ºC, lo único que nos queda por hacer es pincelar las rosquilletas con agua y espolvorearlas con un poco de sal.
Estarán listas cuando empiecen a dorar, y podemos comprobar su textura partiendo una. ¿Crujen? Ya están hechas!! Bon profit!!