Es tan cremoso y gustoso que te va a faltar pan. Y lo mejor de todo es que una vez le pillas el truco, puedes ir variando los ingredientes aromáticos a tu gusto. Nosotros elaboramos la cantidad suficiente como para dos de estos "quesitos". Atentos a los ingredientes:
400 ml. Leche de avena
2 gr. Agar en polvo
2 cucharaditas de sal
6 Tomates deshidratados
150 gr. aprox. anacardos
unas hojas de salvia
ajo en polvo
2 cucharadas soperas Levadura de cerveza
Chorrito de aceite de oliva
Elaboración:
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora, y trituramos bien para que quede una pasta fina, con el menor número de grumos posibles. Este es el momento de añadir más hierbas aromáticas a vuestro gusto, rectificar le punto de sal y si es preciso, el de levadura de cerveza. La mezcla os tiene que gustar en crudo: imaginad como será vuestro queso con ese mismo sabor, una vez cuajado.
Vertemos la mezcla en un cazo y lo llevamos a ebullición, a fuego suave, para que el agar actúe. Removemos con suavidad de manera constante, y cuando haya hervido durante dos minutos, será el momento de servirlo en los moldes que hayáis escogido.
¿Que nos queda? La espera. Tened paciencia, debe cuajarse bien, así que una vez pierda temperatura, lo conservaremos ne la nevera unas cuantas horas antes de desmoldarlo. Y así queda:
Nosotros lo acompañamos de nueces, uvas, unas tostaditas bien finas y crujientes y pimienta de sichuan. Está muy rico. Animaros a hacerlo! Bon profit!!