Hemos querido hacer unas empanadillas un poco distintas, y la verdad es que el relleno combina muy bien con la masa crujiente de la empanadilla, ya que tanto la pera como las setas se quedan muy jugosas. Tú puedes hacer el relleno como más te guste, incluso darles distintas formas a las empanadillas y elaborar varios rellenos.
Ingredientes de la masa:
70% Harina integral de trigo
30% Harina de trigo
Punta de sal
Cucharadita de impulsor
Cantidad suficiente de agua (la que admita)
Aceite de oliva para manipular
Elaboración: Mezclamos todos los ingredientes excepto aceite, agregando el agua poco a poco (sin pasarnos) hasta que la masa sea maleable y no se nos pegue a los dedos. Debe quedar fina, sin grumos, blanda pero nada pegajosa. Para los últimos momentos del amasado nos aceitamos bien las manos con aceite de oliva y le damos las últimas vueltas. En algunas recetas incluyen gran cantidad de aceite en la masa, pero nosotros buscamos unas empanadillas saludables, cuidando la cantidad de grasas.
Dejamos la masa unos minutos antes de estirarla con el rodillo. Mientras podemos preparar el relleno.
Ingredientes del relleno, en proporciones variables:
Setas shimeji
Champiñón Portobello
Cebolla dulce
Pera
Cerveza (opcional)
Elaboración:
En una sartén pochamos la cebolla, añadimos las setas cortadas y la pera en trocitos pequeños para que se cocine bien. Lo mantenemos hasta que se cocinen por completo, y durante el proceso, si nos gusta, podemos hecharle un chorrito de cerveza (o vino blanco) y reducir el conjunto, y como siempre, este es sólo un ejemplo al que podéis añadir las especias e ingredientes que os resulten interesantes. Después, lo dejamos enfriar antes de rellenar las empanadillas.
Ahora toca estirar la masa que hemos elaborado mediante un rodillo, sobre la encimera enharinada, dejándola bien fina pero sin que se rompa. Nosotros hemos cortado rombos para hacer triángulos al plegar la empanadilla, pero podéis darle la forma que os resulte más cómoda.
Una vez rellenadas, las ponemos en el horno a unos 180ºC hasta que al tocar las empanadillas hayan endurecido lo suficiente como para un acabado crujiente. Y ya está. Hay que tener cuidado de quemarse al probarlas, porque seguramente no os podréis esperar. Bon profit!!