Siempre es momento de setas, y cualquier plato es excusa para cocinarlas. Y como no podía ser de otra manera, la pasta fresca que hicimos tenía que acompañarse de una salsa sencilla, pero muy sabrosa. Lo bueno de esta receta es que los sabores son intensos, y que la nota dulce contrasta de manera muy agradable con la potencia de los hongos. Vayamos por partes:
Ingredientes:
Pasta fresca casera
Setas: Camagrocs y Setas de Cardo
Ajo
Nata vegetal
Piñones
Azúcar
Sal
Pimienta negra
Trufa fresca al natural
Paso 1: Preparar la pasta según esta receta.
Paso 2: Tostar los piñones en una sartén antiadherente, caramelizándolos con un poco de azúcar.
Paso 3: Preparamos la salsa. Ponemos un chorrito de aceite de oliva bien caliente en una sartén, salteamos las setas (Camagrocs) con un poco de ajo y añadimos la nata vegetal. Dejamos cocinar a fuego lento, para que espese y coja sabor y aroma. Rectificamos el punto de sal y no añadimos ninguna especia ni hierba aromática, pues queremos que las setas y la trufa sean las únicas protagonistas.
Paso 4: Hervimos la pasta fresca en abundante agua salada hirviendo, teniendo en cuenta que la pasta fresca tiene un tiempo de cocción muy corto.
Paso 5: Marcamos las setas de cardo a fuego fuerte, sin añadir sal.
Paso 6: Emplatamos: En el centro la pasta fresca, rociada con la salsa de setas; a un lado las setas de cardo, a las que añadimos ahora la sal; Piñones caramelizados alrededor y, por último, virutas de trufa fresca rallada al momento.
Que lo disfrutéis. Bon profit!