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Pink Sushi!

Hemos vuelto a hacer sushi!! Nos encanta, es divertido, colorido y atrae a los más curiosos... ¿Qué llevará esta vez?


Para este sushi de vegetales necesitarás:

Arroz de grano medio

Quinoa

Algas nori

Jengibre encurtido

Salsa de soja japonesa

Wasabi

Vinagre de arroz

Azúcar

Remolacha hervida

Zanahoria

Rábano daikon

Aguacate

Mango


Elaboración:

En primer lugar herviremos por separado la quinoa y el arroz, vigilando bien las cocciones. El arroz no debe quedar pasado ni pegajoso, sino cocido en su justa medida; el almidón que ontiene de manera natural se encargará de compactarlo lo neceario para poder enrrollar nuestros maki sushi.


Así, cuando tengamos el arroz hervido, lo colaremos y pondremos en una bandeja amplia para airearlo bien, y lo mezclaremos con una mezcla de vinagre de arroz, sal, azúcar y remolacha: Machacamos una remolacha hervida, la cubrimos de vinagre de arroz y agregamos dos partes de azúcar por una de sal; removemos bien, tiñendo bien el vinagre, y provamos: debe saber fuerte por le vinagre, pero con el azúcar se rebaja la acidez así que si le falta, debemos compensarlo un poco (todo depende del tamaño de la remolacha y de la cantidad de arroz que hayamos preparado).


La quinoa hervida y escurrida la aliñaremos también un poco con el mismo condimento pero sin la remolacha, para crear la diferencia de colores entre el rollo interno (marrón clarito) y el externo (rosa).


Ahora vamos a hablar de los vegetales de relleno: Tenemos el mango y el aguacate, cortados en bastoncitos, y tenemos también las zanahorias y el rábano daikon, que hemos dejado sumergidos en vinagre, azúcar y sal desde la noche anterior, con la proporción que queráis porque es interesante que tenga un sabor potente, pero si os gusta algo más sutil, sólo tenéis que poner menos cantidad de vinagre y rebajarlo un poquito con agua.


Si no conocéis el rábano daikon, os animamos a preguntar en verdulerías o establecimientos de comida asiática, porque es muy fácil de utilizar y la verdad es que queda muy crujiente y sabroso para el sushi o en ensaladas.


Cuando ya tenemos todo lo necesario para el montaje, colocamos una lámina de alga nori sobre una esterilla o sobre papel film. En su interior vamos a poner una pequeña capa de quinoa y encima los bastoncitos de los cuatro vegetales, y enrollaremos presionando de manera firme pero sin apretar demasiado. Conseguiremos así el primer cilindro de nuestro maki sushi. El siguiente paso será todavía más fácil: Ponemos otra lámina de alga nori, le ponemos una capa de nuestro arroz rosa, presionamos para que quede un poco compacto (sin pasarse) y encima ponemos el rollito de quinoa que ya tenemos hecho. Enrollamos presionando, y ya está. Tenemos los dos círculos hechos, aunque seguramente no los veamos bien todavía: hay que cortar las dos puntas del rollo con un cuchillo bien afilado, y veremos entonces el resultado.



Ahora sólo queda cortarlo, y presentarlo en la mesa junto con un poco de jengibre encurtido, wasabi y salsa de soja japonesa; acompañamos de una ensalada, una sopa, unos tallarines salteados o unas verduritas al wok... y la cena es todo un lujo. Bon profit!!


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