Hoy te proponemos, encarecidamente, que pruebes esta hamburguesa. Y te estarás preguntando porqué. Pues verás, es tan sencilla, tan jugosa, y tiene tanto sabor, que ya no volverás a comprar hamburguesas prefabricadas. Además, la puedes acompañar con esos sencillos pero ricos ingredientes que sueles tener en la nevera de casa, siempre a mano.
Ingredeintes para 4 hamburguesas:
8 cucharadas de soja texturizada fina
8 cucharadas de pan rallado
4 cucharadas de copos de avena (finos)
1 pizca de sal
2 cucharadas de cebolla liofilizada
romero
1 cucharadita de ajo en polvo
perejil fresco picado
1 cucharadita de mostaza
Pimienta negra recién molida
3/4 partes de un vaso de agua
1/4 parte de un vaso de salsa de soja japonesa
Otras especias a vuestro gusto: comino molido, clavo picado, orégano...
Elaboración: como siempre, primero mezclamos los ingredientes secos en un bol, y después añadimos los líquidos. Dejamos que la soja texturizada se hidrate bien, que absorba bien el líquido, y después trabajamos la mezcla con las manos, como si estuviésemos amasando un pan, para que el sabor quede bien repartido.
Formamos 4 hamburguesas, y las metemos en el congelador un rato para que tomen consistencia y sean más fáciles de manipular. Mientras, podemos ir dejando listos los otros ingredientes. Nosotros hemos ido a lo sencillo, como hemos dicho, cogiendo lo que más a mano teníamos, así que la hemos acompañado de crema de tofu a las finas hierbas, escarola, una buena rodaja de tomate y aros de cebolla morada a la parrilla. Y por supuesto, como "un día es un día", unas patatas fritas.
Cuando las hamburguesas están ya compactadas, las pasamos por una sartén antiadherente, con un poco de aceite de oliva, dándoles varias vueltas para que el calor llegue bien al interior, sin prisa. No debemos tener el fuego muy fuerte para que no se queme el exterior y de tiempo a que se cocine bien. La sacaremos doradita y ya según nuestro paladar, le pondremos una u otra salsa...
Ya hicimos hamburguesas en otra ocasión, y tenemos también distintas salsas caseras que te pueden gustar, a no ser que seas un fiel amante del kétchup y la mostaza...
Si quieres hacerlo todo tú, desde las salsas hasta el panecillo, te ayudamos con un pan de orégano, una salsa tártara deliciosa, o una dulce confitura de pimiento y tomate, para darle contraste.
Así que salsea, aprieta el pan y muerde con ganas, porque las hamburguesas están hechas para disfrutar manchándose un poco, no? Bon profit!!