Pocas cosas nos gustan más que unas ricas albóndigas consistentes, pero tiernas, jugosas y con mucho sabor. En esta ocasión, acompañadas con una salsita deliciosa, con este contraste dulce, picante, cremoso y que combina maravillosamente con un poco de bulgur, y el toque final de la hierbabuena. ¿Preparados?
Ingredientes para las albóndigas:
100 gr. Soja texturizada fina
5 cucharadas soperas de pan rallado
4 cucharadas soperas gluten de trigo
Caldo vegetal
Salsa de soja
Ajo en polvo
Comino molido
Pimienta negra recién molida
Canela en polvo
Pimentón de la vera
Sal
Elaboración:
En primer lugar, vamos a poner todos los ingredientes secos en un bol, incluyendo las especias y la sal. Vamos a mezclar bien para que el gluten y el pan rallado estén bien repartidos. A continuación, añadiremos un chorrito de salsa de soja y poco a poco, iremos incorporando caldo vegetal y amasando la mezcla. La dejaremos reposar unos 15 minutos y la volveremos a trabajar hasta que tenga una consistencia fácil de bolear. Podemos añadir más pan rallado si nos pasamos con los líquidos: recuerda que se tienen que cocinar en una sartén sin romperse y acabarse de hacer dentro de la salsita.
Hacemos las bolitas que serán nuestras albóndigas: nosotros preferimos que no sean demasiado grandes, ya que el resultado es mejor tanto para cocerlas como para degustarlas, y quedan mucho más bonitas.
Las refrigeraremos una media horita mientras preparamos la salsa. Después las freiremos con aceite bien caliente, para que mantengan la forma, las extraemos a una bandeja con papel absorbente para eliminar el exceso de grasas y por último, las cocinaremos unos minutos más dentro de la salsa de curry y coco que tendremos preparada.
Ingredientes para la salsa:
1 Lata de leche de coco
1/2 vaso de vino blanco
1 cucharada sopera de curry de Madrás
cominos molidos
1 tomate pelado y triturado
2 hojas de laurel
1 cebolla mediana
Aceite de girasol
Pizca de sal
Elaboración:
Pochamos la cebolla en el aceite de girasol suficiente, sin abusar de la grasa. Cuando esté blandita y transparente, añadimos los cominos, las hojas de laurel y el tomate triturado y lo cocinamos bien. El siguiente paso es añadir el curry de Madrás, remover bien y añadir el vino blanco, que dejaremos reducir bien para que se evapore el alcohol. Por último, añadimos la leche de coco.
Para que la salsa quede bien fina, tras rectificar el punto de sal, trituramos bien y pasamos por un chino, para que quede suave y cremosa, que aún tomará más cuerpo al final de la cocción.
Como hemos dicho, en esta salsa terminamos de cocinar las albóndigas; la leche de coco espesará, concentrando el sabor y cremosidad de la salsa.
Servimos las albóndigas calentitas, bien mojaditas en salsa, acompañadas de un poco de trigo bulgur, sin mezclarlo. Nosotros le quisimos dar un toque fresco con un poco de hierbabuena fresca, pero igualmente puede gustarte con menta o cebollino. Disfrútalas. Bon profit!!