Todos hemos oído hablar maravillas acerca de la quinoa, este pseudocereals que además de completo y nutritivo, es delicioso preparado de distintas formas, además de que combina con muchos ingredientes. A nosotros nos gusta tener siempre quinoa a mano, y la verdad es que de vez en cuando el cuerpo merece esa dosis de energía y vitalidad que da el comer bien, y el comer agusto. ¿Pero cómo la preparamos para que todos sus beneficios se potencien y no perdamos ni una sola vitamina? Pues de la manera más sencilla, manipulando poco los alimentos y cocinando los vegetales lo justo para que no pierdan sus propiedades, pero potenciando los sabores con un aliño exquisito que hemos preparado para esta receta ¿Vamos a ello?
Ingredientes para 4 personas:
4 tacitas de café de quinoa
1 coliflor
1 cebolla
250 gr. Judías verdes bobby
3-4 zanahorias
1 manojo de espinacas frescas
8 tomates secos
1 trocito pequeño de jengibre fresco
perejil y cilantro fresco
3 dientes de ajo
Aceite de oliva
1 limón
sal
cominos
Elaboración:
Picamos finamente la cebolla y la ponemos a pochar en un cazo, al que añadiremos la uinoa previamente lavada y la cubriremos de agua, como un centímetro y medio por encima aproximadamente, para no tenerla que colar después de su cocción. La herviremos a fuego lento, tapada, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
Mientras, limpiamos la coliflor, separamos los ramilletes del tronco y la vamos a cocer ligeramente al vapor, unos pocos minutos, dejándola firme y crujiente. Haremos lo mismo con las zanahorias, peladas y cortadas en bastones, y las judúas en trozos del mismo tamaño. Cuando lo hayamos cocinado ligeramente, lo reservamos todo para su posterior salteado.
Ahora vamos con las espinacas, que lavamos bien y escaldamos en agua hirviendo con sal, sólo unos segundos, escurrimos y reservamos.
En un wok amplio o en una sartén antiadherente, vamos a poner un poco de aceite de oliva para freír los ajos que vamos a laminar; cuando los tengamos ligeramente dorados, añadiremos las espinacas, la coliflor y por último laszanahorias y judías: debemos saltearlo todo a fuego fuerte, para dorar un poco las hortalizas, sin que se ablanden ni suelten más líquído. Este proceso sólo debe durar un minutito, antes de añadir la quinoa que tenemos cocinada y dar un par de vueltas al conjunto.
Nos queda el rico aliño que le va a dar a nuestro plato un toque de frescura, mucho sabor y la chispa necesaria para que sea un plato muy saludable pero muy sabroso: Sólo tienes que cortar los tomates secos en trocitos pequeños, picar finamente el perejil y el cilantro, rallar un poquito de jengibre y mezclar todo el conjunto añadiento un chorrito de zumo de limón, sal y aceite de oliva, creando así una vinagreta potente y maravillosa con la que cada comensal aliñará su propio plato con la cantidad que desee...
Y como siempre decimos, esto es una idea que puede completarse de muchas formas y variarse a tu gusto... ¿Lo prefieres con brócoli? Le queda estupendamente. ¿Quieres un aliño con un toque picante? Corta también unas guindillas secas para la vinagreta... lo importante es que lo disfrutes tú! Bon profit!!