top of page

Risotto de Amanita Caesarea y Tomates secos en Calabaza


​Nos trajimos de nuestro viaje a Francia unas maravillosas setas, las Amanitas Caesareas, conocidas aquí como Ous de Reig. Y Tras consultar algunas recetas, decidimos elaborar esta pero con nuestro toque personal, así que en vez de cocinar el arroz en el caldo de un sólo golpe, lo fuimos incorporando poco a poco, siguiendo el procedimiento de un risotto. Éste fue el resultado. Vamos a ello!


Ingredientes para 2 personas:

200 gr. Arroz redondo

1 Calabaza (alargada)

1/2 Cebolla

8-10 tomates secos

Amanitas Caesareas (cantidad según gusto)

Caldo de verduras rehogado

Pimienta negra

Romero fresco


Elaboración:

En primer lugar haremos nuestro propio caldo de verduras, rehogándolas previamente. Podemos poner apio, zanahoria, tomate, cebolla, puerro, nabo... todo lo que se nos ocurra; después de dorar las verduras, añandimos agua y dejamos hirviendo.

Mientras, troceamos las setas y en caso de que sean deshidratadas, las ponemos a remojo para que vuelvan a su tamaño original; Hacemos lo mismo con los tomates secos.

Picamos muy finamente la cebolla.

De la calabaza, hacemos unos dados de la parte que no utilizaremos para emplatar, y reservamos la parte más redonda, donte tiene las semillas, para rellenarla. Ésta es la parte que pondremos a cocer en un almíbar ligero, simplemente agua con una pequeña cantidad de azúcar, a fuego lento, hasta que esté blandita.

Una vez tengamos el caldo de verduras hecho, lo colamos y nos ponemos con el arroz: Pochamos la cebolla en aceite de oliva, añadimos los dados de calabaza y los doramos ligeramente, y luego añadimos los tomates secos y las setas.

Removemos el conjunto a fuego medio, y en pocos minutos, añadimos el arroz; hay que remover durante un par de minutos el arroz, hasta ue es´te translúcido, y es entonces cuando añadimos un cucharón de caldo de verduras, que debemos mantener caliente. Este proceso se repetirá varias veces, sin dejar de remover el arroz para que suelte su fécula y lo haga cremoso. Añadiremos tanto caldo como nos pida, hasta que veamos que ya está en su punto; el hecho de que esté meloso no significa en ningún caso que el arroz deba pasarse de cocción.

Rectificamos de sal y pimienta, y si os gusta, añadimos una ramita de romero al final, para aromatizar.

Los risottos al modo tradicional siguen este método, y suelen terminarse con mantequilla, nata, queso, o mezclas de éstos. Nuestra versión vegana puede terminar con margarina, un chorrito de nata vegetal o un parmesano vegano, aunque en nuestro caso, el resultado ha sido suficientemente cremoso como para no añadirle nada, evitándonos un exceso de grasas, pero sin renunciar a la cremosidad del arroz.

Hemos emplatado en la calabaza en almíbar, escurrida y salpimentada y pincelada con aceite de oliva.

Os invitamos a seguir nuestros pasos porque sólo con el aroma de este plato ya estaréis enamorados! Bon profit!!

bottom of page