Hoy preparamos una salsa muy cremosa, con el inconfundible sabor de la calabaza caramelizada, los champiñones salteados al dente y el toque especial de los anacardos.
Ingredientes para 3/4 personas:
400 gr. Tagliatelle
1 Cebolla blanca
2 dientes de ajo
1/2 calabaza (pequeña)
1 ramita de romero
300 gr. Champiñones portobello
300 ml. leche de soja (sin edulcorantes ni aditivos) o avena
1 tacita de anacardos
4 cucharadas soperas de levadura de cerveza
1 cucharadita de zumo de limón
nuez moscada
pimienta negra
sal
Aceite de oliva
cebollino para decorar
Elaboración:
1. Picamos y pochamos la cebolla a fuego lento, caramelizándola, y añadimos la calabaza cortada en dados y el romero. Para que se haga bien tapamos la olla y vamos removiendo de vez en cuando, hasta que se ablande la calabaza por completo.
Salpimentamos, rallamos un poco de nuez moscada, y añadimos la leche vegetal. Dejamos hervir el conjunto unos minutos, retiramos el romero y lo ponemos todo en la jarra de la batidora.
Añadimos la levadura de cerveza, el limón y los anacardos, y trituramos bien.
Rectificamos tanto de sal como de especias, y reservamos la crema resultante.
2. Hervimos la pasta en abundante agua con un poco de sal, colamos, refrescamos y reservamos.
3. Mientras, salteamos los champiñones Portobello en una sartén, a fuego fuerte, con un poco de ajo laminado y aceite de oliva.
4. Mezclamos la crema de calabaza con los champiñones, y ya tenemos nuestra salsa preparada para servir.
Espolvoreamos un poco de cebollino picado justo antes de llevar los platos a la mesa. Las hierbas frescas, no cocinadas, le aportan al plato color y frescura, que contrasta con los sabores de la salsa caliente.
Disfrutad de este plato cremoso, dulce y sabroso, que sin duda se convertirá en un clásico en vuestra mesa... con un extra de salsa para los que se hayan portado bien. Bon profit!!
